Cuando Disney decidió comprar Lucasfilm y los derechos de Star Wars -así como de otras películas del estudio, como Indiana Jones-, para realizar futuras producciones y entregas de una de las licencias más importantes del séptimo arte, el mundo casi explosionó. ¿Estarían en buenas manos? ¿Qué dirección tomaría Star Wars fuera del amparo del mismísimo George Lucas? La respuesta, táctica y fehaciente, la tenemos con Star Wars: El despertar de la Fuerza (2015, J.J Abrams) y Rogue One: Una historia de Star Wars (2016, Gareth Edwards), séptimo capítulo y primer spin-off, ambas estrenadas en cines con notable paridad entre crítica y público y con una calidad fílmica que orbita incluso por encima de la trilogía de precuelas que el propio Lucas firmó de su puño y letra.
El futuro de Star Wars ahora se debate entre películas y series derivadas y capítulos de la saga. Este mismo diciembre, y bajo la dirección de Rian Johnson (Looper), se estrenará el octavo episodio, Los últimos Jedi, que supondrá un nuevo paso en la historia de los Skywalker, las nuevas generaciones Jedi y la constante amenaza del Lado Oscuro.
¿Qué nos contará?
Los últimos Jedi tiene la misma función cinematográfica que en su día tuvo El imperio contraataca en la trilogía clásica: servir como gozne, crear conflicto y prepararnos para un desenlace con el futuro episodio IX, que se estrenará en mayo de 2019. Si bien conocemos retazos de su argumento, el film nos narrará el periplo de Luke Skywalker (Mark Hamill) y su fallida nueva orden Jedi. A través de su exilo forzado tras la masacre perpetrada por Kylo Ren (Adam Driver), viajaremos al planeta Ahch-To, en el que se supone se originó la orden. Allí permanecerá junto a Rey (Daisy Ridley), que cruzó la galaxia a bordo del Halcón Milenario en su búsqueda y la cual desea saber más de quién es y qué hacía oculta en Jakku, el desértico planeta del que logró escapar. Explorando los caminos de la Fuerza, Rey se entrenará junto a Luke y desentrañará los misterios que rodean su pasado.
Uno de los aspectos más controvertidos, y que parecen vislumbrarse en el tráiler que se presentó hace unos meses, es el tono amargo y derrotado de Luke Skywalker. Sabemos que en Ahch-To se conservan algunas escrituras y tomos que recogen los orígenes de los Jedi, algo que el propio Luke guarda de forma celosa. Por su tono podemos deducir que sabe que el conflicto entre luz y oscuridad jamás se acabará, y que la única forma de encontrar el llamado equilibrio de la Fuerza, es dejar que los propios Jedi se extingan, y con ellos, los Sith.
"Solo sé una verdad. Es hora de que los Jedi se acaben"
Pero la galaxia, tras la derrota del Imperio, sufre nuevas amenazas. La Primera Orden -herederos exiliados del Imperio Galáctico- sigue resistiéndose a acatar las leyes del Concordato Galáctico propuesto por la Nueva República. Usando la fuerza y el expansionismo militar, la Primera Orden destruyó la capital del gobierno, pero acabó siendo derrotada por un ataque relámpago de la Resistencia -dirigido por la General Leia (Carrie Fisher) y capitaneado por el legendario piloto Poe Dameron (Oscar Isaac) en los aires y por el antiguo stormtrooper, Finn (John Boyega)- que logró tumbar su poderosa estación espacial y arma destructora de mundos, Starkiller.
¿Sabremos más de Kylo Ren, su elección y del Líder Supremo Snoke (Andy Serkis)? Sí. Según ha destacado el propio Rian Johnson, director del film, Los últimos Jedi explorará más de la Primera Orden y sus motivaciones, ofreciéndonos un perfil más completo de personajes como el General Hux (Domhall Gleeson) o la Capitana Phasma (Gwendoline Christie). Además, el octavo episodio contará con nuevas incorporaciones al reparto, con Laura Dern y Benicio del Toro como principales reclamos.
El teaser y las declaraciones a cuentagotas de algunos de los integrantes del casting, parecen ayudarnos a enmarcar la película como una aventura en la que se explorarán facetas, en teoría, inéditas en la saga. Si bien El despertar de la Fuerza apostaba por la nostalgia como motor -pero adaptándola a las nuevas audiencias-, Los últimos jedi parece que será más arriesgada y distinta. Adam Driver, ya dejó caer que "las reglas del universo de Star Wars se bifurcarán en nuevas direcciones", dando a entender que veremos algunos cambios en la mitología o el organigrama galáctico establecido, algo que a la postre marcará a las futuras entregas.
Curiosidades de la producción e influencias
Los últimos Jedi comenzará justo en el momento en el que concluyó El despertar de la Fuerza, garantizándose una continuación y una correlación directa entre ambos films. Sin ir más lejos, tanto Abrams, como Johnson y Colin Trevorrow -directores del séptimo, octavo y noveno episodio-, han estado colaborando entre ellos para planificar de mejor manera los guiones y el argumento de las tres películas. Tanto Kathleen Kennedy como Ram Bergman, productores de la cinta, han estado trabajando para ofrecer la máxima coherencia en la nueva trilogía y no dejar cabos sueltos en la planificación. La propia Kennedy también confirmó que John Williams volvería a componer la banda sonora, con lo cual, la clásica partitura del maestro galardonado con el Oscar, volverá a aparecer en el film.
Uno de los aspectos más curiosos y que nos pueden ayudar a comprender qué se ocultará detrás del tono del Los últimos Jedi, es que su director recomendó a los actores y guionistas que viesen películas del corte de El puente sobre el Río Kwai (1957, David Lean), Gunga Din (1939, George Stevens) o Tres samuráis fuera de la ley (1964, Hideo Gosha). Películas de aventura y sacrificio, al mismo tiempo que historias de sólida e inquebrantable amistad en tiempos difíciles.
